La palabra portafolios suele asociarse con trabajos creativos o visuales, sin embargo, esto no es exclusivo del área y si eres un redactor o un ghostwriter, contar con tu propio portafolio es como tener un agente que venda por ti las 24 horas del día.
¿Cómo hacer mi portafolio como redactor?
Anteriormente, hemos hablado de la importancia de tener un buen portafolio como freelancer y de cómo crear un portafolio sin experiencia. Pero se tiende a pensar que esta es un área de creativos visuales o que hacer un portafolio de redactor es difícil.
Sin embargo, no es así. El proceso de creación de un portafolio de redactor es bastante fácil, aunque requiere de una buena preparación para que realmente impacte y funcione.
No se trata solo de colocar capturas de pantalla de cosas que has escrito y nada más. Si quieres que alguien se tome la molestia de verlo, debes trabajar también en la imagen de tu portafolio. Es decir, convertir lo no visual en visual.
Por ello, ahora te vamos a mostrar cómo se puede crear un sencillo, pero muy efectivo portafolio de redactor que te permitirá mostrar tus mejores trabajos, atraer más clientes y cerrar más proyectos, por ende ganar más dinero.
La idea de crear tu propio portafolio de escritura (o cualquier portafolio) es presentar a tus clientes potenciales o leads cómo puedes ayudarlos y todo lo que sabes hacer. El trabajo de tu portafolio es decirles «yo lo puedo hacer y te conviene más trabajar conmigo, porque soy mejor».
Tu portafolio de redactor debe ser una muestra concisa y clara de todo tu trabajo, los temas de los cuales escribes, las publicaciones que has realizado, tu experiencia en área, tu facilidad para escribir y tu estilo narrativo.
PRO TIP: Lo ideal sería que además un blog o sitio propio donde puedas expandir lo que el cliente puede ver de tu trabajo.
He aquí los pasos que debes seguir para crear tu cartera o portafolio de redactor:
1. Haz una lista de todos tus trabajos realizados
Antes de que puedas desarrollar tu portafolio de escritura, necesitas sacar aparte una lista de todas las piezas que se has escrito en tu carrera.
En esta parte no debe importarte si son artículos, novelas, boletines, correos, etc. Tampoco la temática ni la extensión del texto. La selección y organización se hará después.
Tampoco te fijes mucho al inicio si el trabajo es uno de los mejores o si no estabas tan orgulloso del mismo. Si fue de cuando iniciaste o es reciente. Incluso si has escrito o redactado pocas piezas, esas pocas pueden hacer mucho por ti. Así que no te preocupes.
Puedes hacer tu lista a mano, en un bloc de notas, una hoja de cálculo o un documento de Word.
Para ello, identifica y clasifica tus escritos en las siguientes categorías:
- Publicaciones en medios físicos
- Revistas o documentos digitales
- Entradas en blogs, periódicos o sitios web
¿Y si nunca he escrito nada?
Si aún no has escrito nada y estás tratando de entrar en el mundo freelance, necesitas comenzar a crear el contenido específicamente para tu portafolio. La experiencia y los trabajos reales vendrán luego.
Esto puede ser artículos de opinión personal. Hablar de un hobby que tengas, buscar tendencias de temas en redes sociales.
Para ello no necesitas más que armar un blog propio en un sitio gratuito, por ejemplo. Al menos para iniciar. Luego podrás pensar en adquirir un dominio propio, personalizar más tu blog, etc. Pero por ahora, lo importante es comenzar.
2. Elige qué vas a poner en tu portafolio
Ya que tienes una lista de todos tus proyectos realizados o artículos escritos, es hora de empezar a tomar las muestras que vas a colocar realmente en tu portafolios.
Lo más recomendable es que pongas proyectos recientes. Esto, a fin de que el cliente pueda ver que estás vigente. Sin embargo, si has trabajado para clientes importantes o de gran reconocimiento, no omitas agregarlos también.
Elige 10 o 20 elementos de la lista marcándolos con un cheque. Luego será hora de poner manos a la obra en el diseño de tu portafolio.
Si se trata de textos publicados en documentos web o entradas tipo blog y tiene un diseño bonito, puedes tomar algunas capturas de cómo quedó. Estas capturas velas guardando como png para luego armar el portafolio.
Las revistas, libros y otras publicaciones suelen tener un diseño propio que ayudará a que tu portafolio se vea bonito y variado. Prefiere sacar captura a páginas con ilustraciones.
Por supuesto, no es necesario que tú las hayas hecho, obviamente. Pero lo visual ayuda a captar la atención del cliente potencial en tu favor.
¿No puedo solo poner enlaces a los sitios?
Tu portafolio puede contener también enlaces a sitios donde estén tus publicaciones completas, pero es necesario que contenga una parte visual. Los enlaces a tus artículos, blog, sitios externos como Medium o Contently, redes, sitio web y más, debe ser información complementaria.
Por otro lado, si lo que tienes son textos planos, sí deberás hacer una pequeña labor de diseño. Esta consistirá en dar formato a tus textos y agregar imágenes.
No necesitas ser un diseñador gráfico, pero sí tener buen gusto para elegir una tipografía y formato para el documento. De hecho, una buena elección de tipografías puede hacer tanto por ti como un buen diseño gráfico.
No temas probar, cambiar tamaños, colocar fondos, etc. Otra buena idea es poner los textos como columnas. Luego agrega algunas imágenes para acompañar.
Puedes tomar inspiración en sitios como Font Pair, FontsInUse, FontJoy, Google Fonts y muchas otras que hallarás por la red.
Una vez que lo tienes exporta las páginas a PDF, el cual podrás convertir en imágenes después o subir a la web para enlazar, como en el caso anterior.
Finalmente, podrás subir todas las imágenes capturadas en tu portafolio.
Ten en cuenta que los proyectos nuevos los deberás ir agregando también. No es necesario tenerlo todo para siempre. Tu portafolio no debe quedarse igual para siempre. Puedes ir sustituyendo los trabajos por otros más recientes más significativos o mejor realizados. Revisa tus trabajos al menos cada tres meses y cambia los que creas necesarios.
PRO TIP: Cuando recibas una buena calificación y testimoniales de clientes, toma capturas para agregarlo también en tu muestrario.
3. Escribe una buena presentación sobre ti
Esta es una pieza clave en tu portafolio: La parte donde hablas de ti mismo y de tu experiencia.
En pocas palabras lo que debe decir es quién eres y por qué el cliente debe elegirte.
Para lo primero, habla brevemente de tu experiencia, premios, proyectos, entre otros:
“5 años en el área de redacción”, “Tengo un máster en periodismo”, “Soy licenciado en Letras”, “Mis artículos de blog reciben más de 100,000 visitas al mes”, etc.
Algo breve, pero claro y contundente.
En cuanto a lo segundo, piensa cuál es tu propuesta de valor para el cliente: los años que tienes de experiencia, la rapidez con que entregas. También puede ser un valor agregado, como conocer de SEO (si escribes artículos para internet) o enviar artículos con una búsqueda de palabras claves realizada. O a lo mejor quieres agregar que conoces de ortotipografía o que puedes sacar del mismo escrito un copy para un par de posts en redes sociales.
Ojo: Esta información no debe presentarse en párrafos interminables de texto. Deben ser dos párrafos de dos líneas cada uno o una pequeña lista puntual sobre tus cualidades y servicios ofrecidos.
Por ejemplo:
- Puedo traer más tráfico a tu web.
- Mi contenido genera confianza.
- Entrega y cumplimiento garantizados.
También puedes decir brevemente qué temas conoces más o en cuáles tienes experiencia:
- Escritura para contenido infantil.
- Experto en reportes empresariales.
- Unificación de estilo para textos académicos.
- Especialista en narrativa tipo novela.
Estas son solo algunas ideas de las cosas que puedes colocar al hablar sobre ti. Piensa, personaliza y agrega la información a tu portafolios.
¿Y los estudios que tengo?
Estos puedes agregarlos a detalle en una sección aparte, donde hables más extensamente sobre tu educación, así como de tus habilidades o skills.
Si hablas otros idiomas, también puedes agregarlo en dicha sección. Pero esta será información complementaria a tu muestra principal y tu texto “acerca de ti”.
No olvides también que la información sobre tus estudios debes agregarla tanto en tu portafolios como el tu currículum. Ver la información de tu portafolio también en tu CV da confianza al cliente.
* Conoce también cómo crear un buen currículum fácilmente
4. Agrega paquetes de servicios con tarifas preestablecidas
En ocasiones anteriores, hemos hablado de cómo crear tu lista de servicios y paquetes para los clientes. Estos ayudan a que el cliente elija más fácilmente algo preestablecido que tú sabes hacer.
Al combinarlos con otros servicios que también ofreces, puedes vender paquetes que te ayudarán a que la venta que hagas sea por un valor mayor.
Aquí puedes agregar, por ejemplo:
- Precio de redacción por millar de palabras
- Corrección de estilo por millar de palabras
- Paquetes de varios artículos desarrollados
- Paquete de contenidos de copys para redes sociales
- Elaboración de determinada cantidad de boletines
- Creación de una obra de equis cantidad de páginas
- Mensajes de presentación
- Prólogos de libros
- Etc.
La idea es que después de ver tus muestras de trabajos el cliente pueda echar un vistazo a los servicios y toma una decisión más rápida para comprar. Que le resulte fácil pensar lo que quiere… En pocas palabras, tú ya lo habrás pensando por él y se lo ofrecerás en un formato conveniente y fácil de elegir.
Coloca los que consideres necesarios. Detalla en cada uno: lo que el cliente obtiene, los beneficios que tu servicio le brinda y el precio del servicio o paquete, así como un tiempo de entrega máximo.
5. No olvides tu foto o logo
Para complementar tu portafolio, agrega tu fotografía como imagen de perfil. Es importante que tu portafolio tenga una identificación. Un rostro o logotipo reconocible, algo que el cliente pueda memorizar.
Si te decides por una foto, elige una donde estés con ropa casual, pero no de fiesta. Donde se refleje seriedad, pero no tensión. No elijas fotos tipo licencia de conducir o con traje como en tu título universitario.
Lo que quieres reflejar es confianza, profesionalismo y amabilidad en el trato al cliente.
Por otro lado, si piensas que es mejor crear un logo propio o firma personalizada para colocar, puedes solicitar a un diseñador freelance que te ayude con ello.
¡Eso es todo!
Tu portafolio está completo y listo para que puedas mostrarlo a los clientes. Busca proyectos que te interesen y envía una oferta bien elaborada de servicios.
En SoyFreelancer.com cuentas con tu propio portafolio online, donde puedes agregar todos los detalles que el cliente necesita ver de ti como profesional: Muestras de tu trabajo, habilidades, educación, paquetes de servicios y currículum vitae.
Además, podrás personalizar la dirección web de tu perfil para compartirlo con personas externas a la plataforma y que vayan directamente a ver todo lo que tienes en el mismo.
Ponte manos a la obra y actualiza tu portafolio con cosas nuevas y más información sobre ti.
Recuerda que los perfiles más completos son los que aparecen primero en los resultados de búsqueda. Crear tu portafolios es algo que te tomará una tarde (o menos), pero que te traerá grandes ventajas competitivas a la hora de aplicar a nuevos proyectos.
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