Aumenta tus posibilidades de ser contratado con un CV destacado
Crear un CV es la primera tarea a realizar cuando se está buscando trabajo. Es la puerta de entrada a las empresas contratantes, por eso el CV debe ser conciso, claro y simple para que los reclutadores puedan leerlo rápido, casi a simple vista. Cómo hacer un currículum exitoso, paso a paso.
Primero: ordenar la información y presentarla en un diseño agradable
La primera pregunta que hay que hacerse a la hora de armar un CV es cuáles son nuestros puntos fuertes y cuáles nuestros puntos débiles. Si nuestro fuerte es la experiencia, el CV debe destacar las experiencias laborales más importantes para el puesto al que estamos aplicando. Si por el contrario nuestro punto fuerte es la formación, el CV debe destacar este punto.
En cualquiera de los dos casos el orden de la información debe ser cronológico inverso. Es decir, lo más actual debe ser lo primero en leerse. Recuerda que todos estos datos deben ser honestos y verificables. La empresa puede pedirte el título de la carrera o certificados de cursos y exámenes de idiomas, así que no conviene exagerar.
En cuanto al diseño, la palabra clave es: legibilidad. Procura que no sea un diseño sobrecargado y difícil de entender. Puedes usar gráficos para representar habilidades como los idiomas o dominios informáticos, pero siempre intenta que la información aparezca aclarada detalladamente. Para esto puedes usar un creador de curriculum vitae, hay varias opciones online que permiten hacer un CV en diez minutos con un modelo precargado.
Hacer un currículum vitae que sea del agrado de todos los reclutadores y apto para todas las empresas es bastante difícil. Otra forma de crear el currículum es a través de Europass, un servicio gratuito provisto por la Unión Europea para crear, almacenar y compartir el currículum en 30 idiomas.
Dependiendo del país y del rubro puede ser más usual que el CV lleve o no alguna información como las redes sociales o la foto. Por eso conviene tener varios formatos de acuerdo a los tipos de puestos a los que puedas aplicar en base a tu experiencia.
Segundo: procurar que sea claro, conciso y que esté actualizado
Aún para los más experimentados o los más formados, no es recomendable pasarse con el número de páginas. Un currículum de una hoja (un folio) es mejor que uno de dos. Para esto es necesario saber elegir muy bien la información que va a aparecer en él.
Si tu experiencia es extensa, elige el trabajo más reciente y dos más como máximo. Bajo el título del puesto y el período de contratación, haz una pequeña descripción con las funciones que desempeñaste en ese puesto. Si has recibido premios, publicado libros o cualquier objetivo cumplido que quieras destacar, este es el lugar para hacerlo.
Si tu CV está basado en la formación, procura poner la información más relevante para el puesto. Nuevamente, bajo el título de tus estudios puedes hacer una descripción de las habilidades que cada academia o universidad te ha enseñado.
Toda la información que se incluya debe ser relevante y estar ahí por un motivo determinado. Si te encuentras poniendo datos irrelevantes, bórralos. Los reclutadores tienen poco tiempo y agradecerán que seas conciso y claro. La regla del CV de una página nos obliga a respetar este consejo.
Los datos deben estar actualizados. Parece innecesario aclarar esto, pero cuando estamos en períodos de mudanza o de estrés por el cambio de trabajo es fácil pasar por alto que, por ejemplo, nuestro CV tiene un número de teléfono antiguo o un email que ya no usamos.
Tercero: prestar atención a la ortografía y al formato
Revisar el CV en busca de errores ortográficos, gramaticales o de tipeo puede ser la diferencia entre recibir un llamado del reclutador o no. Los fallos de este tipo demuestran poco interés y causan una pésima impresión.
Cualquiera sea la elección del diseño, procura que sea un archivo PDF. Este tipo de documentos son legibles para casi todos los ordenadores y móviles. Además, el PDF no puede ser alterado sin querer: una vez que se comparte queda plasmado casi como si fuera una foto, a diferencia de los archivos tipo Word que pueden ser modificados accidentalmente al ser abiertos en el editor.
Otros consejos: armar una carta de presentación y revisar las redes sociales
Muchas empresas permiten enviar una carta de presentación o de motivación para acompañar al currículum. Siempre que puedas, adjúntala. Este documento sirve para presentarte y dar tu propuesta de valor a la empresa. Concéntrate en describir qué podrías ofrecer a esa compañía. Es un proceso laborioso pero suma algunos puntos porque demuestra mayor interés del candidato.
Otra cuestión importante son las redes sociales. Lejos de ser algo virtual alejado de nuestras vidas, todo lo que hacemos en las redes puede afectar nuestra vida real. No pienses que la empresa no va a googlear tu nombre, así que si tienes comentarios ofensivos o pasados de tono en las redes, tal vez sería buena idea poner tus perfiles como privado o simplemente borrar ese historial.
Alistarse mentalmente para la entrevista
Cuesta mucho manejar las expectativas cuando se está en búsqueda de trabajo porque hay varios aspectos psicológicos que entran en juego. La ansiedad y las inseguridades nos pueden jugar una mala pasada. Por eso lo mejor es prepararse de antemano para la entrevista, sobre todo considerando que a veces las empresas llaman a sus candidatos de un día para el otro.
Para estar listo es clave tener claras cuáles son tus habilidades y aptitudes. Haber pensado en tu CV probablemente ya te haya dado una pista de lo que puedes ofrecer al futuro empleador. Usa esta información para armar un discurso que dirás al reclutador cuando te contacte. Así, nunca te cogerán desprevenido.
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