Hacer un catálogo online para tus productos es una manera excelente de que tus clientes potenciales conozcan más sobre tu marca y decidan comprarte aquello que estaban buscando. Además, das a conocer toda la gama de soluciones que tienes para que la tengan en cuenta como compra complementaria o cuando deseen dicho producto en una próxima ocasión.
Un catálogo virtual u online puede ayudarte a alcanzar tu público meta sin tener que moverte o abrir otra sucursal. Es como un vendedor 24/7 que te ayudará a incrementar tus ventas y posicionar tu marca.
Por ello es importante elegir muy bien lo que vas a incluir en el mismo, presentarlo de forma organizada y con información relevante. Esto ayudará a que tus ventas se cierren.
Por ello, ahora veremos los pasos para que puedas crear tu propio catálogo en línea.
Organiza el contenido
Tu catálogo necesitará fotos y textos para poder ser efectivo. Pero también debe ser una guía fácil de usar, donde cada cosa se encuentre con facilidad.
Es decir que no solo se trata de poner fotos e información relevante sobre cada ítem. También debe ser visualmente atractivo y ordenado.
Por ello, el primer paso es pensar qué productos vas a colocar dentro de tu catálogo. Haz una lista detallada de todo lo que tienes y deberás clasificar por categoría.
Luego, dentro de cada categoría podrás organizar ya sea por subcategorías, colores, talla, diseño, estilo, etc.
Ejemplo:
Imagina que tienes una tienda de ropa y accesorios. Entre la ropa tienes pantalones, faldas, shorts, camisetas, sudaderas, blusas. Entre los accesorios tienes carteras, cinchos, zapatos, pulseras, aretes y collares.
Naturalmente, ropa y accesorios serían las dos categorías principales.
Pero en la categoría ropa decides hacer una subcategoría de tops, es decir, de prendas para la parte superior del cuerpo. Acá colocas las camisetas, sudaderas y blusas. Luego haces otra de bottoms o de prendas para la parte inferior y en la misma incluyes los pantalones faldas y shorts.
Teniendo estas subcategorías, si tu tienda tiene estilos de ropa diversos, puedes dividir entre casual, elegante, deportivo, etc. Si todas tus prendas son de un mismo estilo, las puedes organizar por colores. Otra opción es organizar por marcas, por ejemplo.
Una vez hecho esto pasas a la siguiente categoría, que sería accesorios. En ella haces dos subcategorías que son productos en cuero y bisutería. Dentro de los productos de cuero, tendrás los zapatos, cinchos y carteras. En bisutería, las pulseras, aretes y collares
Para ayudarte con esta organización, puedes realizar un pequeño organigrama o mapa jerárquico. Puedes ayudarte de herramientas como LucidChart, MindMeister o una plantilla de Word o de Canva para editar y reorganizar fácilmente. Incluso, puedes realizarlo manualmente, ya sea dibujando o tomando notitas adhesivas y colocando los nombres de cada cosa en una mesa, así podrás mover y reorganizar hasta que estés satisfecho con el resultado.
Una vez que tienes organizado todo de esta forma, sabrás bien qué secciones vas a tener y dónde va a ir cada cosa.
Importante:
No necesitas hacer decenas de subcategorías, ya que la idea es facilitar la visita al cliente. Si tu tienda solo vende zapatos, puedes organizar directamente por estilos o marcas.
Esta misma técnica organizativa se puede usar para cualquier otro producto que vendas: Música, productos de cuidado personal, decoración para el hogar, alimentos, plantas, equipo de seguridad, joyas, etc.
De esta manera, cuando armes tu catálogo será más fácil que el cliente encuentre lo que busca que si simplemente dejaras todo “a granel”, sin organizar.
Fotografías
Una vez planificadas las secciones de tu catálogo, llega uno de los pasos cruciales, la fotografía de productos. Acá deberás mostrar detalles de los mismos, así como su uso en caso de que se requiera.
Las imágenes de lo que vendes deberá ser atractiva visualmente.
Evita fotos oscuras o con sombras sobre los objetos, así como imágenes borrosas, con mala resolución o donde no se aprecie la calidad de tu producto.
Por ello, a menos que tengas habilidades fotográficas y cuentes con una buena cámara, lo mejor es contratar a un fotógrafo profesional. Piensa que las fotos son lo primero que verán los clientes. Será una pequeña inversión para algo que te será de mucho provecho.
Fotos de detalles:
Ya sea que tú lo realices o que elijas a un profesional, para las imágenes de detalles deberás colocar cada producto sobre un fondo neutro.
Protip:
Si el producto es de color claro, lo mejor es no usar un fondo blanco o uno muy claro, por si necesitas borrar el fondo a la imagen después.
Busca un lugar con luz de día, pero donde no haya sol directo. Esto podría provocar reflejos de luz en algunos materiales y haría que se oculten detalles del producto.
Si tú tomarás las fotos, configura la cámara con la mejor resolución para poder trabajar en ellas posteriormente. Las imágenes deben tener al menos 300 dpi. Si contratas un fotógrafo, él realizará la configuración adecuada.
Cada producto debe fotografiarse desde distintos ángulos o mostrando detalles:
Retomando el ejemplo de las prendas de vestir, puedes mostrar el frente y el reverso, acercamientos de la calidad de la costura, detalles del estampado, etc. Cuida que nada refleje sombras encima del objeto fotografiado.
Fotos de uso del producto:
Esto dependerá de lo que vendas. Si son productos como libros o música, posiblemente no sea necesario mostrar más que los detalles. Pero si es una prenda, un producto de uso personal, de decoración, de limpieza, etc., puedes tomar fotos de cómo se usa o cómo queda puesto. Ten esto en cuenta antes de dar por terminada la tarea de fotografiar.
Protip:
Si no tienes a una persona que pueda ayudarte a posar para sacar las imágenes de uso, puedes usar tableros colocando el producto junto a elementos que hagan juego. Si son productos de tu misma tienda, mejor aún.
Aquí un par de ejemplos de la web:
La idea es mostrar cómo puede combinarse lo que vendes con otras cosas para que el cliente pueda visualizarse usándolo.
Al terminar las fotos de detalles y de uso, deberás revisar las imágenes, elegir las mejores y editarlas para resaltar los colores. Puedes buscar ayuda de un diseñador experto en retoque de fotografías para ello.
Ordena las imágenes por carpetas según las categorías que creaste para facilitarte el trabajo posterior.
Descripción de tus productos
Por supuesto un buen catálogo no solo es visualmente atractivo, sino informativo. Es importante que conozcas todas las especificaciones de cada producto a agregar: Material, estilo, cuidados, contraindicaciones, marca, autor (en el caso de obras artísticas, por ejemplo), etc.
Pero, sobre todo, debes describir los beneficios para el cliente. Es buena idea brindar recomendaciones según necesidades específicas.
Esto podría ayudar al cliente a tomar la decisión sobre qué comprar de todo lo que ofreces.
Si vendes una camisa, decir que es ideal para determinada ocasión, que se puede combinar con equis prendas o colores, que es ideal para hacer deporte, que no necesita planchado, que se ajusta perfecto a la figura. Lo que hace que ese producto valga la pena.
Escribe el nombre del producto, una breve descripción y luego los beneficios. Después de eso, podrás agregar detalles más técnicos, pero estos no deben ir antes de los beneficios.
Ejemplo de cómo redactar la información de tus productos:
Bolso gris estilo cartero.
Impermeable y súper espacioso, con muchos compartimentos para que puedas organizarlo y hallarlo fácilmente. Estampado divertido y moderno para lucir en la escuela o la universidad.
Detalles técnicos:
Correa ajustable, doble compartimento para celulares, compartimento para laptop.
Material: Poliéster
Dimensiones: 50 x 40 x 7 cm
Como ves, los detalles técnicos están hasta el final, porque lo primero que le interesa al cliente es cómo usará el producto. Es importante que redactes de forma breve y concisa cómo tu producto le servirá y por qué es bueno.
Después de haber agregado esta información puedes colocar el precio. Si tienes descuentos en tu tienda, coloca el precio original y con descuento. Las condiciones para los descuentos o promociones podrán ir al pie del catálogo, usando un asterisco para indicarlo o a un lado del precio
Otra idea, si tienes muchos productos y necesitas inventariar, es asignar un código a cada producto. Este se puede colocar antes del precio:
Ítem #C-115
Precio: USD $40
Oferta: USD $30 (hasta el 21 de julio de 2021)
Escribe cada descripción en un solo documento de donde podrás tomar cada una a la hora de armar el catálogo. Revisa cada carpeta de fotos y ve tachando de la lista de categorías para que no se te escape ningún producto.
Además, tu catálogo necesitará que agregues enlaces a tu sitio de contacto. Esto puede ser un formulario, una landing page, tu sitio web, tus redes sociales, etc. Anota los enlaces que colocarás en cada ítem o en cada página.
Si hay que detallar una cantidad mínima de compra o si hay recargo por envío a domicilio, agrega la información debajo del detalle del precio.
Diseño gráfico
Ya tienes organizadas las categorías que tendrá tu catálogo, así como las imágenes y descripciones a usar en cada una. Es hora de poner manos a la obra con el diseño. Para colocar tu catálogo online, es recomendable usar el formato PDF, ya que permite organizar por secciones y páginas, así como mucha libertad creativa.
Puedes crear un mock-up o maqueta primero, para que no tengas que mover y recolocar todo en cada cambio que hagas. Así podrás calcular cómo se va a distribuir tu catálogo. Es un paso importante antes de colocar imágenes y textos.
Medidas
Puedes elegir el tamaño carta, que es de 8.5 x 11 pulgadas, o un formato cuadrado, como el de 10 x 10 pulgadas, pero puede ser cualquier otro aproximado a esto. Cuida que no sea demasiado pequeño como para que no se puedan apreciar las fotos o demasiado grande como para que haya que hacer scroll para ver cada producto.
La idea es que coloques fotos donde se puedan apreciar bien los detalles y también la foto de uso del producto en grande.
En este aspecto, puedes usar una plantilla existente en sitios como Canva, e ir agregando la información o contratar un diseñador. Como recomendación, busca un diseñador experto en el área de diseño editorial para ayudarte, ya que sabe estos profesionales saben cómo se distribuyen las páginas en las publicaciones y puede darte recomendaciones.
Secciones interiores
Crea una página introductoria para cada categoría que creaste. Estas serán las secciones de tu catálogo. En ellas puedes colocar una foto de uso del producto si lo deseas o simplemente usar una tipografía y un diseño bonito.
Otra idea es usar la página introductoria para poner “texto educativo” sobre tu producto, dependiendo de lo que vendas. Las temáticas pueden ser diversas: Historia de la marca, información sobre sostenibilidad, la importancia del cuidado de la piel, cómo elegir la prenda adecuada, etc. Cualquier tema que consideres relevante puedes agregarlo de forma breve.
También puedes agregar páginas internas con más material educativo, artículos, información de devoluciones y garantías, etc. Estas páginas irán intercaladas dentro de cada sección para darle más valor al contenido de tu catálogo.
Colores
Un punto importante es que si tu tienda ya posee una identidad de marca, los colores de tu catálogo deben ir acordes con la misma. Si aún no la tienes, puedes buscar en internet algunas paletas de colores que reflejen el espíritu de tu tienda.
Puedes usar estos colores para el fondo de tus páginas, para elementos decorativos dentro de las mismas, para crear marcos a las fotografías, etc. Incluso, puedes usar distintos colores para las diferentes secciones.
Atención a esto:
Aun cuando cada sección tenga su página introductoria o aunque decidas diferenciar las secciones con colores, no debes omitir colocar el nombre de la sección en los encabezados o pies de página de tu catálogo.
Puedes poner el nombre de la tienda junto a la leyenda “Catálogo de productos” en la parte superior y luego, el número de página y nombre de la categoría o subcategoría en la parte inferior. Pero esto dependerá de tu gusto personal, lo importante es que no omitas la información.
Tipografía
En cuanto a la tipografía, elige una que sea fácil de leer. Que el cliente no deba esforzarse demasiado ni se distraiga con detalles de la fuente. Si bien quieres que tu catálogo sea atractivo, lo que buscas es que la atención visual se enfoque en los productos, no en el catálogo en sí.
Una herramienta que te ayudará a elegir y combinar fuentes es Google Fonts, donde hallarás miles de ideas.
Portada
El diseño de tu catálogo no va a estar completo sin una excelente portada. Debe contener el logo de tu tienda y un diseño al que el cliente desee dar clic para entrar a ver más.
Llegado este punto es altamente recomendable que recibas ayuda o asesoría de un diseñador profesional. Incluso si tú mismo has organizado el resto del contenido. No es recomendable usar una portada de plantilla. Cuando el cliente vea la portada de tu catálogo, debe diferenciarla de cualquier otra cosa que haya visto y debe ser realmente atractiva. Después de todo, es la cara de tu tienda a través de dicho documento.
Aquí puedes elegir diseños y tipografías más llamativas o más grandes, cuidando siempre que mantenga congruencia con el resto del diseño. Lo recomendable es solicitar 2 o 3 propuestas para elegir la que quede mejor.
Al final de tu catálogo también puedes colocar una contraportada donde pongas datos de contacto, redes sociales, número telefónico o correo, etc.
Cierra con un agradecimiento y tu logo.
Cuelga tu catálogo online
Una vez que tienes elegida la portada, tu catálogo está listo para ser exportado a pdf y subido a la red. Procura que no sea demasiado pesado para que pueda subir y cargar fácilmente.
Si tienes la ayuda de un diseñador, pídele que lo exporte para publicar online. Si lo haces tú mismo, elige la configuración de resolución más baja cuando exportes. Abre el catálogo para verificar que el documento se visualice correctamente.
Este paso es imprescindible. Debes verificar que las fotos y textos se lean bien antes de subirlo a la web.
Una vez te cerciores de que todo esté correcto, puedes usar un servicio como Issuu o Calameo para colgarlo online. Estos sitios te brindan un enlace para compartir tu catálogo en tus redes sociales o sitio web. Además, te dan la opción de permitir descargas del catálogo para quien desee guardarlo o compartir directamente el documento.
Una buena idea es convertir la URL de tu catálogo en un código QR que puedes poner en tu web, en tus tarjetas de presentación, etc. Así los clientes pueden escanearlo con su teléfono y abrirlo inmediatamente.
¡Listo! Tu catálogo está completo y listo para ser visto por todo el mundo.
Como ves, hacer un catálogo online es una tarea que requiere tiempo. Necesita ser organizado cuidadosamente y sus elementos deben ser cuidados para que obtengas los resultados que buscas. Si lo haces bien, será uno de tus mejores aliados de ventas.
Recuerda que puedes contar siempre con la ayuda de freelancers profesionales para cualquier etapa de la elaboración de tu catálogo.
Ponte manos a la obra y ayuda a tus clientes a decidir mejor en sus compras. ¡Muchos éxitos!